Diana Bonilla
Actriz, docente de teatro y literatura, su mirada artística trasciende el escenario y encuentra en la poesía un espacio para nombrar lo innombrable, para registrar las huellas del alma. En esta selección, Bonilla nos invita a un viaje sensorial y simbólico. En Derecho a ES-COGER, se enfrenta al peso de las expectativas impuestas sobre el amor y la libertad de elección, revelando la lucha por el derecho de existir sin ataduras. La gitana es un retrato audaz de deseos reprimidos y discursos ocultos, una voz que habla desde la intuición y la experiencia. Finalmente, La maleta y unas cuantas guerras es una reflexión sobre la despedida, la supervivencia y la necesidad de tener siempre un plan alternativo en un mundo incierto.
SELECCIÓN 2023
diseño y coordinación: Elizabet Sicilia
6/24/20233 min read


Algo sobre mí.
Soy Diana Bonilla, actriz, docente de teatro y literatura. Me considero una amante del cine y del silencio. Por medio de la poesía busco nombrar y registrar las infinitas formas de vivir, sentir, amar y existir.
Esa noche sentí que el mar dejaría de habitar en mí. Él me ofreció habitar un vaso de cristal con un cuarto de agua.
El agua que corría por mis piernas se detuvo, de mí ya no beberían los muertos de sed. Mis aguas, mis mareas, espuma y cristales a partir del nuevo contrato,eran para él; yo guarde silencio.
Esa noche fue el caos, me penetró la condena, me juzgo el amor, todas las madres y hasta las hijas que nunca tendré.
Me abrazó, dijo que no había otras posibilidades de amar solo existía ese único, universal, y masculino lenguaje del amor. Yo guardo silencio. Mis aguas dejaron de correr y solo pensé en los muertos y el don que Dios me había dado.
Antes del amanecer pedí la palabra, tomé las sagradas escrituras -dije- Todas tenemos derecho de esCOGER entre el bien y el mal, y de actuar según nuestra voluntad se le llama libre albedrío. Esa noche volví a guardar silencio. Él moría de sed, sin condiciones, aceptó beber junto a todos los demás sedientos de mis aguas.
Tu monogamia la mido por tus acciones sutiles, por tus deseos perversos, tus manos por debajo de faldas intactas.
Conmigo está el ojo de Dios, que me acompaña y de la boca de un Ángel conozco los deseos de los hipócritas. Tus discursos los guardo entres mis piernas; son copos de nieve o trocitos de azúcar que nutren las aguas de la gran Babilonia (La Ramera).
Bienvenidos sean los reprimidos, los cobardes, los correctos, los hipócritas, los excitados, acomplejados, todos mis conejitos aquí se les habla la gitana, que cura con raíces de jengibre, besa el centro de sus cuerpos y libera los niños huérfanos de caricias, lujurias y sin memoria.
Sobre la mesita deje la llave. En realidad me regresé y he dejado dos llaves, la otra era el duplicado por si el caos me hacía volver.
Tú sabes como soy, pero no, aquí te las dejo. También te dejé unas manzanas para el desayuno. Es bueno tomar algo de fruta por la mañana.
La hierba queda intacta, el baño no huele a mí, borre las notas del refri, borre las heridas y todas las posibilidades. Todas las estrategias te quedan sobre el escritorio, cuando las veas comprenderás mis formas de proceder.
Me traje flores porque las pondré en mi tumba. No cupo el tiempo así que te lo dejo, tal vez te sirva. Logré empacar los peces, el fusil y unas cuantas guerras. Guarda una llave y la otra no se la des a nadie. Uno, en este territorio, siempre debe de tener un plan B, siempre.





