Nico Ayala

escubre la voz inconfundible y visceral de Nico Ayala en su muestra poética "Algo sobre mí". En este espacio literario, Nico se desarma y se reconstruye a través de letras, trazos y ritmos que expresan el latido indomable de un espíritu joven y revolucionario. Con la premisa "existo porque creo, creo porque siento y siento porque existo", el artista nos invita a transitar por un universo donde cada poema es un espejo de su ser, reflejando la intensidad de emociones que desde temprana edad encontró refugio en el arte.

SELECCIÓN 2023

Coordinación y diseño: Elizabeth Sicilia

10/5/20233 min read

Algo sobre mí.

Soy Nico, en menos de un mes tendré ya la cora del siglo. Dibujo, pinto, graffiteo, canto, escribo... existo porque creo, creo porque siento y siento porque existo.

Desde muy pequeñx han sido las letras, lápiz y papel buen refugio para mi ser. Encontré en las artes un espacio para mis sentimientos viscerales, mi contexto, mis ideas, denunciar mis descontentos y mis deseos. No podría encasillar lo que hago en otra categoría más que "mío" (y visceral, tal vez). Disfruto mucho de compartir(nos) y encontrar y abrazar la diversidad de otras cabezas, otros contextos, otros sentires, otras vidas, otras almas.

Actualmente, entre las de aprender y un cartón, estudio Artes plásticas en la Universidad de El Salvador y en esta vida de incertezas, tengo la certeza que a donde me lleve seguiré creando hasta que venga la muerte.

Reunides estamos hoy, querides
Con el afán de saciar nuestro tan anhelado deseo
Ya sea que le hayan quitado tanto y no le quede nada más que las ganas de morirse
O una sed de venganza
O si usted le llama justicia
Si solo se ha aburrido, se ha cansado
Si es que ha perdido el juicio, la cordura y se acerca cada vez más a besar la divina locura
Sea cual sea el motivo por el que se encuentra acá
Es pertinente recalcar
Recordar
Somos suicidas
Cada persona que nos encontramos aquí, ahora, no pedimos esta vida, hemos venido en contra de
nuestra voluntad a un mundo lleno de maldad, enfermedad, miedo, agonía, tristeza.
Queremos autonomía, aunque sea en nuestro último momento de vida, nuestro último acto del
show.
Hemos disfrutado de colores, sabores, estares, mares, soles
Hemos disfrutado de otres y con otres
Tanto hemos hecho y no somos ambicioses,
Poco aire fresco queda y nuestro tiempo siempre ha tenido toque de queda.
QUERIDES SUICIDAS,
Nos reuniremos y al estilo kamikaze en el Centro de Gobierno "José Simeón Cañas", palacio
legislativo, San Salvador,
Con o sin valor,
Con o sin temor,
Nos vamos a explotar.


No me encuentro sintiendo nada, estoy inerte ante cualquier situación

Ajena a cualquier sentimiento que pude tener

Ajena a la falta o al exceso de químicos

Ajena al pasado, al presente y al futuro

Ya no siento ni tengo sentimientos

Me los arrebataron y a pesar de eso,

Sé una sola cosa:

Cuando vuelva a sentir, sea capaz de recordar,

Le pido a las diosas que me partan el cráneo con una obsidiana,

Que no limpien mi sangre, para que puedan disfrutar de la danza de matices oscuros,

Oscuros sobre oscuro,

Brillante sobre brillante,

Rojo sobre negro.

Que se tomen mas de cinco segundos promedio en apreciar la efímera mezcla y cuando esto haya

pasado, que sin piedad tomen mi cerebro y lo laven en un río, lo restrieguen contra las piedras,

chocándolo y golpeándolo una y otra vez, le borren todo absurdo recuerdo, le limpien lo que parece

podrido, que desaparezcan las neuronas que al conectar darán vida al sentimiento y no habrá más

salida que convertirse en agua y estallar, una molotov… y estallar.

Si ellas logran hacerlo, que depositen mi cerebro en su compartimiento y con un beso en la frente,

en el tercero y la sien; me digan que está todo bien. Que puedo volver a casa y tal vez ya no seré

ajena.

A pesar de ello, al volver a casa abriré este cuaderno y todo su trabajo habrá sido en vano, porque

para mi suerte y otras intenciones, grabo mis sentimientos en arboles muertos para que me revivan

lo que se vaporizó atrás, y si aun después de la muerte estos árboles pueden sentirme: que me

perdonen. Si pudiera, sintiera de otra manera.

A pesar de no sentir, siento.

La desilusión particular muy de cerca anda siguiendo a la ilusión.


Cielos que no son ni de púrpura ni de oro

Son rojo sangre por la tarde, ocre de noche

¿Cómo se vive sin ver las estrellas?

En una ciudad tan nocturna, tan diurna, tan movida, ocupada

Tan rica y a su vez polarizada

Una ciudad grande que te mastica y escupe en pedazos

Te chupa los sueños, pero también incita a ellos

Se alimenta, crece e infecta con odio

No se contamina quien no se deja,

Quien lucha, quien escucha, quien se informa,

Quienes en colectiva se abrazan contra la norma.

Se soportan las noches con cielos vacíos

rojos sin estrellas,

Se soportan si en el plano terrenal te unís a ellas.